sábado, 25 de septiembre de 2010

MANIFIESTO

ESTE DOCUMENTO SERÁ LEÍDO EN LA APERTURA DEL ACTO ARTÍSTICO.



Cd. De México 26 de septiembre de 2010, vísperas de la celebración oficial de la consumación de la Independencia nacional… Explanada de Bellas Artes.

Estamos aquí, reunidos, artistas de diferentes disciplinas, estudiantes de arte, maestros y creadores de teatro, de danza, de música, de artes plásticas, gente de cine, de artes alternativos, escritores, poetas… estamos también ciudadanos con diferentes profesiones, de todas las edades y distintas ideologías. Sabemos que no es necesario pensar igual para estar en contra de lo mismo. Y hoy, estamos en contra de lo mismo: de la violencia que va sometiendo a su imperio a nuestro país; de las  fiestas fuera de lugar que organizaron las autoridades y de la tarea pertinaz,  por parte de espurios intereses, porque siempre olvidemos.

Nos quieren sin  memoria, lo sabemos: han extirpado, como si de un cáncer se tratara, el movimiento del 68 de los libros de texto,  barren a Zapata de sus pasquines conmemorativos, traen a militares extranjeros a una fiesta donde, en cambio, se les olvidó mandar invitación a los indígenas.

Ponen a la sombra, unos meses o unos años, a sus políticos corruptos y, como siempre olvidamos, los reviven en las siguientes elecciones; colocan en prisiones  a hermanos incómodos, a colaboradores incómodos, a socios incómodos… para después premiarlos con la libertad y la devolución de su fortuna decomisada...  encarcelan con gran aparato a algunos líderes del narcotráfico, para después programar sus fugas de prisiones de máxima seguridad o peor aún,  limpiándolos de cargos, los dejan  salir libres con toda impunidad y una sonrisa… y lo hacen porque saben que no diremos nada, que no les pediremos cuentas, que olvidamos.

Los ciudadanos de a pie, sabemos cómo opera la justicia en este país: si denunciamos un delito nosotros somos el delincuente, nos tratan como tal… si señalamos a un grupo criminal sabemos que mañana posiblemente estaremos muertos porque algunas de las mismas autoridades que debieran protegernos, son también asalariados del crimen. Así como la forma más elemental de la justicia es la venganza… la más oscura forma de la memoria es el rencor.  Somos un proyecto de nación cargado de rencores… merecemos ser un país con memoria. 

Por eso nos hemos reunido hoy, en este día que precede a la celebración oficial de la Consumación de  la Independencia, para decirles que no se ha consumado… pero que en cambio, nuestro país se consume en una guerra que no pedimos ni quisimos, la del Estado y el narco contra nosotros.

Más de 28000 muertos no son daños colaterales. Son niños, mujeres, jóvenes, hombres, ancianas.

Más de 28000 muertos no son “ajustes de cuentas entre bandas delictivas”, vergonzosa disculpa oficial que refleja la impotencia o la complicidad de un estado incapaz de poner orden dentro de los límites de la Constitución; es también el pretexto que desean para impulsar una lenta pero firme militarización del país sin que digamos nada… hasta que un día despertemos con la noticia de que ya no tenemos derechos ni garantías.

En este momento, comunidades indígenas y campesinas son acosadas bajo el pretexto de tener nexos con el narcotráfico. Se les mata en emboscadas, dentro de sus casas, en los caminos… y nadie dice nada.

Cada crimen, cada acto impune se va sumando a la lista del silencio. No decimos nunca nada, nos quieren adiestrar para el miedo y el olvido…

Y es, en estos momentos de caos organizado, que urge recordar… que tenemos que apelar a nuestra memoria. No olvidarnos que somos una sociedad capaz de organizarse sin violencia: en el terremoto del 85 actuamos antes que ellos… mientras las autoridades intentaban organizarse, nosotros, sin líderes ni partidos, tomamos las calles, salimos con alimentos, medicinas, ropa. 

Brigadas de vecinos se volvieron rescatistas, cocineros, enfermeras, llevaron comida, techo, consuelo para los afectados. No hubo un sólo acto de saqueo o de vandalismo. Sólo manos prontas a la ayuda. Cuando nuestras autoridades llegaron, nosotros ya estábamos organizados… y eso también quieren que olvidemos, porque tienen pavor a que sepamos que, justamente, esa es nuestra fuerza.

Hoy estamos aquí para decirles que no olvidamos, que el dispendio de su fiesta oficial ha sido un insulto para un país cuyo sur está hundido bajo las aguas y cuyo norte está hundido bajo la sangre. Venimos a decirles que, ahí donde otras instancias han fracasado, el arte tiene la dignidad y el compromiso de volverse la memoria de un pueblo, venimos a decirles con nuestros lenguajes que no olvidamos. 

Venimos a decirles que EN UN PAÍS SIN MEMORIA, EL ARTE CONMEMORA.

Quisiéramos citar las palabras de Bertold Brecht para cerrar este manifiesto:

No acepten lo habitual como una cosa natural,
pues en tiempos de desorden sangriento, de confusión organizada,
de arbitrariedad consciente,  de humanidad deshumanizada…
Nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible de cambiar.

LOS HOY REUNIDOS.
26 de septiembre de 2010


Responsables: Comité convocador.


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